Libélula común azul.

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La libélula común azul, conocida científicamente como Enallagma Cyathigerum , pertenece a la familia de los Cenagrionidos, su longitud es de 3 a 4 cm, se alimentan de moscas y mosquitos, su hábitat son zonas estancadas de agua, lagos y ríos, este ejemplar concretamente estaba en las proximidades de La Basa de la Mora ( Valle de Chistau).

En este caso se trata de un macho. La característica más importante de este insecto es el color azul intenso del abdomen como podemos ver en la imagen superior. En el caso de las hembras es de color pardo. Tienen los ojos compuestos hemisféricos y grandes que les facilitan una visión magnifica, por eso resulta tan difícil verlas quietas ya que desaparecen al mínimo movimiento.

Los mitos y leyendas acerca de las libélulas son muchos, antiguamente en Australia creían que cuando uno de estos animales se acercaba a un caballo era porque este estaba enfermo. En la cultura japonesa las libélulas son un símbolo de éxito, felicidad y fuerza. En las tribus indígenas las libélulas representan  pureza.

*Reproducción:

Durante el apareamiento, el macho de la hembra cierra por su cuello mientras ella inclina su cuerpo en torno a sus órganos reproductivos – esto es llamado rueda de apareamiento. La pareja de moscas juntas sobre el agua colocan los huevos en una planta adecuada, justo debajo de la superficie.

Los huevos eclosionan y las larvas, llamadas ninfas, viven en el agua y se alimentan de pequeños animales acuáticos.

(*Fuente: Wikipedia)

La sierra de Sin.

 

Sierra de Sin. [1280x768]

LA SIERRA DE SIN.

Está ubicada en Sin, uno de esos rincones desconocidos y a la vez encantadores de tantos que existen en el Valle de Chistau,  cerca de La Sierra también se encuentra el Molino, los dos edificios restaurados y situados a media hora del pueblo andando.

Esta sarra o serrería, es una joya etnográfica que ha llegado a nuestros días en perfecto uso.

Se construyó a finales del Siglo XX, para que los vecinos de Sin pudieran transformar la madera de los pinos, chopos y nogales, que abundan mucho en esta zona, en tablas y tablones para  la construcción y ebanistería. Antiguamente los cargamentos de madera, se transportaban con caballerías, por el mismo camino que ahora recorremos para llegar a la sierra.

En el interior sus paredes están recubiertas de anotaciones y fechas, la más antigua data del año 1904.

En la última restauración se sustituyó la cubierta de teja plana, fabricada en al tejería de Sin, por planchas de uralita, que el tiempo se ha encargado de ir integrando en el paisaje.

La fuerza del agua.

El agua desviada del Barranco del Mon es canalizada mediante una acequia que alimenta la Sarra. A la entrada, una pequeña balsa permite almacenar agua para aumentar la capacidad de trabajo. Mediante una tajadera que se abre en la boca de la balsa el agua entra por el piso bajo de la serrería haciendo girar un rodete de madera. Antes de empezar a serrar es muy importante empapar bien el rodete evitando que trabaje en seco y se pueda agrietar.

En 1970 se dejó de utilizar, aunque sigue a disposición de cualquier vecino que la necesite.

Fuentes: Ayuntamiento de Tella-Sin y Departamento de Cultura DPH.

Las surgencias del Macizo del Cotiella.

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La cueva de los Graners, actúa de trop plein (rebosamiento) de las fuentes Blancas en el barranco de Fornos. La instalación en su interior de un sensor, ha permitido conocer la relación entre la precipitación exterior  y  su inundabilidad. La estación meteorológica de Saravillo ha aportado los datos de pluviosidad. Gracias a los mismos se ha podido establecer las citadas relaciones. Estos dos estudios analizan la instalación del sensor, la correlación altimétrica de la pluviosidad en el macizo y otros aspectos relacionados con la llegada del agua al interior de la cavidad.

Un artículo que muy amablemente me han cedido los miembros del ACEC (Asociación Científico Espeleológica Cotiella)

Primeros resultados del sensor Graners I

 

Pau Pérez de Pedro

 

INTRODUCCIÓN

Como complemento al escrito que antecede a éste, he creído conveniente el contraste de una serie de datos de las diversas estaciones meteorológicas cercanas al macizo, con aportaciones personales de mis archivos y también compararlo con los primeros resultados de la denominada estación Graners I.

Hace años planteábamos un modelo de funcionamiento hídrico del macizo, delimitábamos zonas de recarga del mismo, Armeña, comprobada con trazadores en 1985, la Era de las Brujas, son claras zonas de recarga. Los trabajos efectuados hasta la fecha, en la zona de las Baticiellas, parece demostrarlo, así la orientación de la galería de las cavidades exploradas, confirmarían, una clara predisposición hacia el barranco de Fornos.

Las pequeñas surgencias en la inclusa y la fuente que abastece de agua al pueblo de Sarabillo situada en el barranco de Galliners, consideramos que es un escaso caudal, para una zona de captación como son los lapiaces de las Baticiellas, mas bien nos inclinaríamos por situarlas en las parte inferior del barranco de Lupare, en las calizas y margas del eoceno.

 

Antecedentes históricos

 

Algunos de ellos ya quedan reflejados en anteriores trabajos, otros, los que utilicé sobre todo para las comparaciones de pluviosidad, son principalmente recogidas por Fernando Lampre en su tesis doctoral sobre el Valle de Vallibierna; Ramón Campo e Iván Moroto sobre el estudio hidrológico de la Unidad Hidrológica Turbon-Cotiella, y el atlas climático de Aragón. Más recientemente los datos recogidos en la estación de Saravillo que muy eficazmente aporta Lucía Mur, unidos a todos ellos, la aportación histórica de Saravillo y las carpetas de archivo del autor que poco a poco fue recopilando un material que en su día no parecía tener utilidad y que el tiempo parece haberle hecho un sitio.

 

Una aportación al conocimiento climatológico

 

En un artículo anterior con los datos de que disponíamos valorábamos en unos 600 m/m la penetración pluviométrica en todo en macizo. Ahora disponemos de nuevos datos y nos proponemos concretar algo más de los mismos, correlacionarlos con la altitud, no sólo como mera hipótesis de trabajo, si no con el fin de poder confrontarlos y relacionarlos con el comportamiento de las surgencias y que ha registrado el sensor instalado en los Graners. Seguramente en próximos trabajos, y con la inestimable aportación de la estación Armeña I, podremos avanzar y ajustar más estos datos.

Como que las zonas de recarga del acuífero se encuentran a diferentes alturas, hemos procedido a recabar información de las diferentes estaciones, tanto en el valle del Cinca  (Gistaín, San Juan de Plan, La Fortunada, Goriz) como en el valle del Ésera (Seira, Villanova), en la mayoría de los casos series superiores a 30 años. Esta condición no la cumple Saravillo, los cuales no llegan a los cinco años.

También recogemos las aportaciones que diversos autores que han trabajado en la zona, como la tesis de R. Campo e I. Moreto, “el valor de la precipitación media anual obtiene un resultado de 1150 m/m año asociada a la cota 1000 m y con una temperatura media de 10,35 g. Del Valle afirma “que a 1500 m la precipitación es de 1450 m/m. año. F. Lampre calcula para 2200 m una precipitación de 2000 m/m. anual.

Como el objetivo es analizar el resultado obtenido en la estación Graners I, pasó a relacionar las precipitaciones recogidas en las diversas estaciones meteorológicas más cercanas durante el año 2010 para posteriormente proponer una proyección altitudinal, con todos los datos  recopilados y analizados de las otras estaciones.

Escalona           altitud   530 m.   precipitación        748 m/m

La Fortunada        “”      700 m.       “””                  1001  “”

Sarabillo             “”       990  m.          “””               1230  “””

Seira                   “””       815 m.          “””””            1040  “”

Campo                “””      675  m.          “””””             982   “”

 

Medias anuales de otras estaciones, cuyas series son superiores a 30 años.

Gistain              altitud        1422 m   precipitación  1366 m/m

S.Juan de Plan     “”            1124 “           “””            1237  “”

Sin                       “”            1218 “          “””             1218  “”

Goriz                   “”             2215 “          “”””           2000  “”

Billanova             “”              982 “           “””           1052  “”

 

 

Por las características hidrológicas del macizo, en las que no existen extracciones, deberíamos considerar que nos encontramos en lo que se denomina régimen permanente, en que el balance hidrológico de entradas y salidas es igual.

Pero en el análisis de estos datos debemos tener presente diversos factores que pasamos a considerar.

El primero de ellos, como siempre muy discutible, al carecer de estaciones de altura, es la variabilidad pluviométrica o gradiente actitudinal anual.

También deberemos considerar, como otro factor, que el macizo se encuentra en el límite de las borrascas atlánticas, sector Era de las Brujas-Entremón, o las bajas procedentes del Mediterráneo y del sur que llegan al sector de Armeña.

Hemos efectuado diversos cálculos estadísticos de las estaciones meteorológicas estudiadas, con una proyección en altitud y proponemos los siguientes parámetros pluviométricos:

 

Altitud a  1500 m   1435 m/m  anuales

“”””         1800 m   1567 “””      “””

“””””””    2200 m    1800 “”         “””

“””””        2600 m    2080  “””        “””

“”””””      2900 m    2302  “”””       “””

 

Asimismo y ha tenor de no disponer, cómo hemos afirmado, de datos directos salvo los que hemos recogido durante nuestra estancias en las diversas campañas, puedan parecer escasos. He elaborado una propuesta, extrapolándola y basándome en las mencionadas estaciones, la agencia española de meteorología e incluso con el atlas climático de Aragón, el cual no precisa con exactitud algunas zonas, sino que también lo hace de forma generalista, lo que correspondería a una media de 64 m/m cada 100 metros que se situarían entre los 45 m/m a 1500 m y los 73 m/m a 2900 m. Como hemos descrito anteriormente estos valores serían algo mayores en el sector de Armeña.

También he aprovechado parte de la documentación sobre temperaturas y proponer la situación de la isobara 0

Situación de la isobara 0 por meses:

Noviembre a    2557 m

Diciembre   a   1655 m

Enero          a   1800 m

Febrero      a    1833 m

Marzo        a     2271 m

Abril           a    2765 m

Mayo          a    3073 m

Lo cual  no excluye que todos hemos observado nevar en pleno mes de agosto

 

Balance hídrico

 

Establecidos todos estos datos, relacionados con la pluviometría, podríamos efectuar una propuesta de balance hídrico anual con el fin de ajustar lo más preciso posible los caudales de salida en el conjunto del Barranco de Fornos.

En principio me voy a referir a la evaporación la cual le asignaremos un coeficiente de un 44%, la infiltración estaría aproximadamente sobre el 45% y la retención significaría un 11%; todos estos factores están ligados a la temperatura del aire y la capa de vegetación, condicionando la escorrentería y que en un macizo de las características del Cotiella, con ausencia sobre todo en altura de una capa de vegetación o suelo de retención, los estudios analizados sitúan con un mínimo de 40 cm de capa vegetal  para el denominado 11 % atribuido.

Diversos autores consultados (Campo y Moroto)  establecen, para los dos valles, Ésera y Cinca, en una altura correspondiente a 1500 m una recarga y escorrentería de unos 890 m/m; para 1600 m una recarga de 695,8 m/m y una escorrentería de 253,6 m/m, lo que nos da un total de 949,4 m/m año. Estos mismos autores determinan para la cota 2000 m un cómputo total de 1165 m/m año, lo que podríamos situar según nuestros cálculos,  unos 1200 m/m en las cotas más altas del macizo.

Todos estos cálculos se han tomado con las consiguientes reservas y consideraciones: para los valores de ETP se ha usado el método Thorntwite, un sistema sencillo de cálculo, el más aplicado internacionalmente.

Así, la posibilidad de infiltración es fácil en las zonas altas, con ausencia prácticamente de suelo,  otorgándole un importante valor a la escorrentería.

La retención nival es sumamente importante al tratarse de un cálculo interanual; deberíamos contar, aunque en pequeño porcentaje, la evotranspiración que se genera en los pozos más superficiales pero de forma constante, ya que en los mismo no sólo interviene la fusión de la misma, si no que el aumento de la temperatura efectúa esa función de evotranspiración.

Con todo lo expuesto, debemos de reflexionar si el cálculo efectuado en su momento de 5 m3 segundo de media anual de las surgencias, es excesivo. Los años transcurridos, más de 30, desde aquellas primeras tomas entre 1975 y 1977, mediciones más precisas y numerosas en las surgencias y las aportaciones de las diversas estaciones meteorológicas analizadas en este trabajo, situarían los caudales entre los 3,m3 y los 4,m3., siempre dependiendo de las precipitaciones nivales, por su retención y  rapidez de las descargas tormentosas, sobre todo en altura, de los meses de verano, difíciles de mesurar con las estaciones fijas de los valles.

La instalación de un linnimetrico, en el vado del Irués y la estación temporal de Armeña nos ayudará a descifrar, con el tiempo, una mayor precisión de estos valores.

 

El sensor Graners I

Antes de entrar en el análisis de los datos meteorológicos de que disponemos y compararlos con el movimiento registrado en el sensor instalado en los Graners (que denominaremos Graners I) quisiera como mínimo precisar algunos detalles que en ocasiones se han sacado de contexto, entre los cuales yo también me incluyo.

La tinción que se realizó en 1985 tuvo como prolegómeno, la instalación de fluocaptores en las fuentes Blanca (tres en cada una de ellas) el 25 de agosto de este año, siendo recogidas el 21 de septiembre para su análisis, el cual fue negativo, pudiéndose comparar con los que se instalaron ese día a las 16 horas (también tres en cada fuente). A las 18,15 se procedió inyectar la fluoresceína en la A11, y como se ha descrito en varias ocasiones se recogieron el 12 de octubre, dando positivo. El análisis se efectuó en la Universidad de Barcelona.

 

Tal como nos hemos referido anteriormente se trataría de analizar una serie de medidas registradas en el sensor y compararlas con los datos de la estación más cercana, que es la de Saravillo (que muy eficazmente tiene el control de la misma Lucía Mur a la que agradecemos su aportación).

El sensor Graners I está situado antes del denominado primer lago, que según la topografía del año 1975 se encontraría a unos 22 m de profundidad. Parece ser que nuevas mediciones la situarían a unos 19 m. Creemos que un factor importante para la medición definitiva sería el punto de partida de la boca (durante muchos años se han  medido las cavidades desde el labio superior de la misma).

La subida súbita de las aguas en el interior de la cavidad no es ninguna novedad; nosotros lo hemos podido comprobar “in situ”, a razón de unos 20 cm en una hora y también lo hemos vivido en el interior: la gota fría de octubre de 1982, que afectó a todo el Pirineo. La consecuencia más vistosa fue la destrucción de la carretera de acceso al valle de Gistaín en la zona de Salinas y que nos obligó a abandonar precipitadamente la cavidad, sin saber demasiado que estaba pasando.

El análisis del sensor solo se refiere a los 10 primeros registros,  que corresponden a finales del 2010 y primera semana de enero del 2011. Queremos puntualizar, en referencia al cuadro que adjuntamos, que con respecto a las precipitaciones, en algunos casos mencionamos sólo la del mismo día que el sensor se activa, previas al día de relación, se han producido precipitaciones, no muy intensas, lo que podría significar una recarga del acuífero, pero esto lo matizaremos más adelante.

 

 

 

Del análisis del cuadro anterior, que pretende ser un resumen de los gráficos, propondríamos algunas consideraciones a modo de primeras aportaciones a los datos recogidos..

A)   clara relación de las precipitaciones que se dan en la zona  (el mismo día ) con la subida de las aguas en la cavidad.

Con una precipitación de 17 l/m2 a 1000 m, de altitud, puede significar una subida de 3 m; como hemos afirmado anteriormente cuatro días ante se habían registrado lluvias de 26 lm2 y que las mismas provocaron una subida de 18 m volviendo al valor inicial (cota cero del sensor) en 47 h pero seguramente el acuífero y la cavidad estarían prácticamente a rebosar.

B)   que las precipitaciones entre los 17 lm2 y 26 lm2 dan una altura de las aguas alrededor de los 5 m. La correspondiente al día 22/12/10 rompería esta afirmación, pero dada la temperatura exterior, en Saravillo estuvieron a cero grados, la misma fue en forma sólida en la montaña por lo que el agua infiltrada en altura seria escasa.

C)   Que hay cuatro episodios que superan los 16 m de altitud en el sensor, que asimismo la velocidad de crecida (inundación) es considerable desde los 4 m a los 6,7 m por hora lo que representa unos 10 cm al minuto.

D)   En ocho de los episodios se puede observar esa subida rápida con un descenso paulatino. Creo que deberíamos diferenciar dos períodos en el comportamiento de las precipitaciones. Una, la propia precipitación en el  momento de su caída, la otra la escorrentería posterior a la precipitación. Generalmente en la gráfica las curvas son más suaves, siendo las más destacables en este aspecto las que las precipitaciones son menores a los 25 lm2. En definitiva, hay una clara evolución de los caudales debido a las precipitaciones y según las mismas, las curvas son diferentes. Existe un flujo rápido, la llegada de las precipitaciones, y un flujo lento procedente de las escorrentería.

E)    El episodio del día 06/12/10, es en realidad tres subidas, seguidas de intervalos de unas 12 horas con el antecedente de nieve el día 4 (90 lm2), aumento de las temperaturas desde los 6 ºC el día 6, a los 12 ºC el día 9. Hemos calculado que la fusión de la nieve llegó a la cota 2700 m.

F)    Que, tal como hemos analizado en la primera parte de este artículo, debemos sumar una media de 1,14 lm2 cada 20lm2 caídos en Saravillo para una altitud de 2200 m por el gradiente altitudinal.

G)   Que la época analizada no es de grandes tormentas, si no de precipitaciones suaves pero continuas, paso de frentes provenientes del Atlántico, dejando constancia que solo estamos estudiando una muestra, pero que ya advierte de ciertas precauciones que se han de tener presente en las exploraciones en la cavidad.

Con todos estos datos (alguno puede opinar, y con razón, que son escasos) y las reservas oportunas ya manifestadas, al ser una primera valoración, creemos que las precipitaciones entran en el sistema de forma rápida, los hidrogramas son generalmente en forma de pico, que indicarían poco almacenamiento,  provocando la inundación en la zona de saturación, será más rápida o menos dependiendo de la intensidad de la precipitacion (litros/horas). Podríamos deducir que es escaso el almacenamiento en los niveles intermedios y sólo se daría en la zona freática, sobretodo si analizamos el conocimiento que de la misma poseemos entre las Fuentes Blancas y los dos trop-plein conocidos: El Chorro y los Graners, unos 100m. de espesor.

Las curvas del sensor demuestran unas condiciones hidrodinámicas habidas durante el ensayo y suponen una clara referencia para la interpretación de lo afirmado en los párrafos anteriores.

Añadiremos que el intento de exploración subacuática del 10/09/11, que se frustró por que las aguas se encontraban turbias, podrían ser debido a las tormentas de final de agosto con precipitaciones máximas el día 25 con 45 lm2 en Saravillo. Es posible que esas condiciones de turbidez duren tan largo período de tiempo?, testigos visuales en el exterior confirman que el Irués descendió turbio durante todo ese período. ¿Qué pasó en altura?, ¿qué nos dirá la estación de Armeña?, ¿y el sensor?.

Por último nos referiremos a lo que algunos autores han observado, en ocasiones un aumento de caudal en surgencias por causas aparentemente atribuibles a una bajada de la presión atmosférica. Está claro, o mejor dicho nada claro, que en el estudio de los flujos subterráneos se mueven un sinfín de parámetros cuantitativos y cualitativos y que en nuestro caso esperamos, paso a paso, y desguazando este enrejado cárstico, poderlo conocer un poco más a fondo.

Temperaturas de las aguas

 

De las temperaturas de las aguas registradas durante estos procesos, quisiéramos hacer unas pequeñas reflexiones sobre el comportamiento de las mismas.

En general las temperaturas han estado supeditadas a las aportaciones de las aguas. Así, la llegada masiva de las mismas se ha reflejado en la disminución de las temperaturas; esto parece ser debido a que el primer flujo sería el que se encontraría en estos momentos en circulación, o, en zonas de reservorio y que tendrían una temperatura similar o inferior a las del primer lago, sobre todo si son en las épocas de fusión de nieve.

A continuación, se produciría un aumento de las temperaturas; aquí llegarían las aguas procedentes de las precipitaciones con temperaturas superiores a las de partida (sonda), que equilibrarían el descenso anterior.

Deberíamos comprobar en el futuro si la temperatura de partida (momento que el sensor detecta la llegada de las aguas) es igual a la del primer lago. Según mis datos tomados anteriormente es de 6,5 ºC, algo inferior al que marca la sonda.

      A modo de conclusión, sin serlo

 

Para finalizar esta pequeña aportación al conocimiento del funcionamiento del macizo, hemos querido comparar con otros macizos de la península Ibérica a tenor de los datos disponibles que actualmente poseemos.

La fisuración, la amplitud de las mismas y de los colectores explorados hasta la fecha, el comportamiento hidrológico analizado anteriormente (agua almacenada, el volumen de las precipitaciones, el comportamiento de las surgencias, etc.), dan unas características que Bayo (1986) definía entre los acuíferos carbonatados un tipo que denominaba “sensu stricto” y que se localizaba, entre otras zonas, en los Pirineos (Larra y el aragonés) y los Picos de Europa.

En el Cotiella se dan algunas de las principales características que él expone:

      -Abundantes formas kársticas de absorción (Armeña, Era de las Brujas, Baticiellas,,)

-Las direcciones principales de las  fisuras anisotrópicas.

-Drenaje subterráneo bien jerarquizado por el conocimiento que poseemos (los principales conductos se dirigen a un punto de salida, Fornos),

-Superficie freática discontinua, con zona de saturación escasa o con poco almacenamiento, generalmente menos de 100m.

Todo lo expuesto es solo una pequeña reflexión-aportación para una más amplia discusión al conocimiento de este querido macizo y que sólo con el trabajo conjunto y ordenado de todos los grupos de ACEC dará sus frutos.

Bibliografía

 

Lampre Vitaller F.. “Estudio Geomorfológico de Ballibierna” Consejo Protección de la Naturaleza de Aragon, Zaragoza 1994.

Perez Pau y Queralto Ramon,” Sistema Fornos” Revista Cotiella, mayo 2009

Perez Pau “Deu anys al Massis del Cotiella” arxiu nº 11del SIS del CE Terrassa

Mur Lucia “Datos meteorologicos de la estación de Sarabillo” inéditos Sarabillo 2011

Campo Raquel e Ivan Moroto “Estudio hidrológico del sector W de la unidad Cotiella –Turbon” Barcelona 2000.