PASTERAS.

Los crespillos y las pasteras son algunos de los dulces más típicos del Valle de Chistau. Pueden englobarse dentro de la llamada repostería de sartén y que se basan en la realización de una torta fina y con sabor dulce.

Pasteras del Valle de Chistau.

Este postre tiene una semejanza con las crêpes francesas. Probablemente que siempre se ha hallado un importante vínculo entre esta zona fronteriza de Sobrarbe con la vertiente francesa de los Pirineos.

No hace tantos años era una costumbre hacer este postre cuando se labraban los huertos en primavera y cuando se esquilaban las ovejas, yo lo he visto desde niña en mi casa, para agasajar a los vecinos que ayudaban con esas tareas.

Ahora os voy a indicar los ingredientes y la preparación.

Ingredientes:

Huevos.

Harina.

Azúcar.

Leche.

Levadura.

Anís.

Preparación:

Se ponen los huevos en un bol, con el azúcar normalmente una cucharada de azúcar por huevo. Se baten muy bien hasta que quede todo muy bien mezclado, seguidamente se añade la harina poco a poco e iremos alternando con la leche, también el anís y la levadura. No os puedo decir cantidades, lo iréis viendo, tiene que quedar una masa homogénea.

Cuando tengamos la masa la dejamos reposar y ponemos una sartén con una gota de aceite y cuando esta esté muy caliente echamos un poco de la mezcla con un cazo, justo para cubrir el fondo de la sartén con una fina capa, hasta que se dore, cuando esté de un color tostado le damos la vuelta. Una vez terminada la pastera la ponemos en un plato, la espolvoreamos con azúcar, la enrollamos y la reservamos o mejor aún nos la comemos.

No tiene mayor dificultad, yo no las relleno con nada así son auténticas pero hay gente que las rellena de diferente cosas, mi hija por ejemplo lo hace de nocilla.

Os invito a que hagáis este postre en casa.

En la foto se ve todo el proceso.

HOY COCINAMOS….CABRITO DEL VALLE DE CHISTAU CON AJOS TIERNOS.

La materia fundamental de la carne de cabrito es el agua, cuya proporción se reduce levemente a medida que aumenta la edad del animal. Al igual que el resto de las carnes, engloba una proteína de calidad biológica importante, ya que tiene en su estructura alrededor de un 40% de aminoácidos esenciales. Se trata de una carne magra con menos de 5 gramos de grasa por cada 100 gramos de alimento.

acabado (Copiar)

Contiene proteínas, hierro de fácil absorción y entre los minerales el que más destaca es el zinc, de acción antioxidante.

Aunque la carne de cabrito está disponible durante todo el año, la temporada mejor para consumir este alimento abarca desde mediados de diciembre hasta pasadas las fiestas navideñas.

Ingredientes:

Medio cabrito

Sal

Laurel

Ajos tiernos

Coñac

Robellones

Preparación:

Trocemos el cabrito y lo sazonamos a gusto y ponernos una sartén con aceite, una vez que esta esté bien caliente freímos allí la carne, hasta que esté muy dorada.

Mientras limpiamos los ajos tiernos y los hacemos en una cazuela con sal y un poco de aceite, cuando estén dorados los retiramos del fuego.

En otra sartén salteamos los robellones con sal.

Una vez que el cabrito está en su punto lo agregamos a la cazuela con los ajos tiernos, añadimos una hoja de laurel y medio vaso de coñac, a esto añadimos los robellones. Dejamos en el fuego todo junto un rato, no mucho ya que si no nos quedará el cabrito muy seco, solamente para que se mezclen los ingredientes y coja la carne el sabor de los ajos.

Se sirve y a disfrutar de este manjar.

Como veréis, es una receta muy sencilla, que lo único que requiere es un ejemplar de buena calidad a ser posible criado en granjas naturales alimentados a base de productos de la tierra, evitando en la medida de los posible los piensos.

cabrito fresco (Copiar)

freimos el cabrito (Copiar)

Freimos los ajos tiernos (Copiar)

ajos fritos (Copiar)

mezclamos (Copiar)

Tortetas.

En invierno es época de matacía  – en este caso me he retrasado un poco – y en Saravillo nos ponemos manos a la obra. Así que atentos a los secretos culinarios de las tortetas que os vamos a revelar.

Las tortetas es uno de los productos más típicos de la matacía del cerdo en el Altaragón. Están hechas con harina, sangre, anís en grano, pimienta negra, canela, grasa y sal.

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Los ingredientes se van mezclando en la “vacía” con la harina para que la masa no se quede pegada a las manos. No se puede hablar de cantidades en esta receta ya que depende de la cantidad de sangre y del gusto de las mondongueras. Una vez que los ingredientes estén bien mezclados la masa se deja reposar un par de horas  tapada con paños de cáñamo.  Más tarde, se cortan trozos alargados de aproximadamente un metro, y se “adelgazan”, es decir, se hacen bolos y de allí pasamos a realizar las tortetas, las aplastamos o también se pueden hacer con agujero en medio. Antiguamente las hacían así porque, una vez cocidas,  las conservaban colgadas sobre una cuerda en el “reposte”.

Ha llegado el momento de cocerlas en un caldero con agua hirviendo. Una costumbre en nuestro valle es poner un plato de porcelana boca abajo en el fondo del caldero para evitar que las tortetas se peguen en el fondo.

Tardan 45 minutos en cocerse. Sabremos que ya están listas cuando veamos que han subido a la superficie y floten,  entonces es el momento de sacarlas y extenderlas rápidamente (si no se pegan), sobre trapos de cáñamo y se tapan para que éstas absorban el vapor.

Se pueden cocinar cortadas en trocitos con una gota de aceite de oliva pura en la sartén o a la brasa – que es como más buenas están -. También da un toque muy bueno si echas una al caldo y la dejas cocer con el resto del cocido. Las tortetas tienen un delicioso sabor a anís y canela y una textura muy suave.

A continuación acompaño la receta con una foto. ¡ Buen provecho ¡.

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