Carlina Acanthifolia.

Carlina. (Copiar)

Carlina Acanthifolia. En Castellano: Carlina y flor del sol. En Aragonés: Cardo de puerto.

La podemos encontrar en los pastizales alpinos, como su nombre en aragonés indica.

Su época de floración es a finales de agosto.

Esta flor sale solitaria, no tiene tallo, está rodeada de multitud de hojas muy separadas y pinchudas, por detrás las hojas presentan un terciopelo blanco, tiene pelitos pequeños y suaves. Las flores iguales que un sol, son amarillos y rodeados de rayos, también de color amarillo pajizo.

En el pirineo su uso nos más extendido ha sido el mágico, se cuelga en puertas y ventanas de las casas o de las bordas, para impedir la entrada de los malos espíritus y espantar las brujas, cuenta una fábula del Valle de Vió, como las brujas como eran muy curiosas, cuando iban a entrar en la casa se pasaban horas enteras contando los pelitos que tiene esta flor, cuando acababan de contar ya se había hecho de día y tenían que retirarse a su refugio.

Su nombre proviene de una leyenda, cuenta que cuando Carlo Magno se encontraba con sus tropas en el Pirineo, unos ángeles se la mostraron para salvar a su ejército de la peste.

En algunos sitios se usa también para estudiar los cambios meteorológicos ya que esta planta reacciona ante un ambiente muy húmedo arrugando sobre el círculo central las lengüetas que se hacen elásticas y cuando la atmósfera se vuelve seca se estiran volviendo a su rigidez.

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