Esta cavidad que en los últimos tiempos se ha convertido en una de las mas visitadas de la comarca por su facilidad de exploración y de acceso esta situada en las cercanías del pueblo de Sarabillo
Fue descubierta en 1975 el día del 5 de agosto de ahí su nombre, al no encontrar referencia sobre la misma entre la gente del pueblo.
Su descubrimiento fue casi casual. En aquel entonces, no existía la pista que hoy nos permite subir hasta el collado de Sta. Isabel, por lo que la exploración de la zona ya comportaba el ascenso desde La Espuela.
En anteriores ocasiones habíamos observado una enorme boca, por debajo de las puntas de La Cues, que se conocía como la Burra Bernat.
Llegamos a la misma después de un penoso calvario y no con cierta decepción pudimos comprobar que las dimensiones de la misma, desde el punto de vista de su recorrido eran escasas, 30m., efectuada la topografía, en el itinerario de regreso decidimos revisar algunas bocas que habíamos observado anteriormente.
En una de ellas, a los 60m., aproximadamente de la entrada, unas “lajas” de roca desprendidas del techo impedían la progresión, después de una laboriosa desobstrucción, retirando, las rocas, conseguimos avanzar unos 10m. por la mencionada estrechez, y pasar al otro lado donde la galería es de mayores dimensiones, cierta alegría recorrió nuestro cuerpo al comprobar que aquella cavidad, nos traería la satisfacción que nos había robado la Burra Bernat. Así se descubrió o mejor dicho se inicio la exploración.
Salvo la mencionada estrechez, que los espeleólogos llamamos “gatera”, la cueva, tiene unas características muy uniformes, con un desarrollo casi rectilíneo y con pocas variaciones de nivel. Tal como avanzamos desde la entrada nos encontramos, que los suelos de la galería están cubiertos de sedimentos, gravas, arenas, y también gran cantidad de bloques de diferente medida, los cuales en ocasiones nos obligan a superar diversos desniveles haciendo que el recorrido sea un subir y bajar, en su interior también se han encontrado dos pozos uno de 34m y otro de 46 m de profundidad, el final de la cueva es algo ascendente y en el mismo hay una gran acumulación de arcillas que impide la progresión. Tiene un desarrollo total de 1067m., un desnivel ascendente de 16m., respecto a la boca y un descendente de 46m.
Todo el desarrollo de la cueva se encuentra por debajo del Gradiello, en dirección a la era de la Brujas lo que representa un espesor de rocas (calcáreas) de unos 600 m.
La cueva del 5 de agosto funcionaba como una surgencia (salida de aguas, una fuente), de las aguas recogidas entre el Cotiella y la Punta de la Cues, y que penetraban en su interior dadas las características que poseen las rocas calcáreas, que cubren toda la montaña. Su principal circulación subterránea fue siguiendo el plano de estratificación, casi plana, cosa que justifica el escaso desnivel que tiene la cavidad.
Posteriormente la aguas buscaron niveles inferiores por donde salir y muy esporádicamente e intermitente circulaba agua, es cuando se inicia en su interior los denominados “procesos clásticos” bloques que se desprenden de techos y paredes y también se inicia la formación de las estalactitas y estalagmitas que adornan numerosos lugares de la cavidad. Caso curioso en cuanto a formaciones y que rellenan algunas paredes, de aspecto blanquinoso son las cristalizaciones de yeso, muy delicadas y que posiblemente nada más con nuestra presencia puedan ser alteradas.
Hoy la cueva del 5 de Agosto se puede considerar una cueva fósil (inactiva), pese a que en su interior todavía podemos encontrar, pequeños charcos con agua cristalina, sin olvidar que los dos pozos, se produjeron como con secuencia de una importante y continua entrada de agua procedente de la parte superior de los mismos y que llego a excavar los sedimentos ya depositados anteriormente. Con los conocimientos actuales de nuestras exploraciones, esta cavidad esta íntimamente ligada al funcionamiento carstico de todas las cavidades del barranco de Fornos-Irues.
La cueva es un ecosistema muy precario, por desgracia hemos podido constatar en el transcurso de los años un importante deterioro, la rotura de las estalagmitas o de los cristales de yeso es continua, el valor de los mismos solo lo tienen si está en su sitio, la cueva. Esas formaciones han constado miles de años su construcción y un segundo su destrucción, al salir al exterior su color, cambia y en el caso de los yesos se deshacen, (humedad, temperatura,) en la propia entrada de la cueva hemos visto abandonado numerosos restos de estas concreciones, que después de arrancas son tiradas.
Hoy quiero agradeceros esta oportunidad que me dais de explicaros esta joya de la naturaleza que tenéis en esta comarca y que debemos cuidar.
Pau Pérez de Pedro
Gracias a la inestimable colaboración de Pau Pérez de Pedro, por sus fotos y texto.
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